domingo, julio 27, 2008

Concierto de Bellrays (Granada 18/06/2008)

Bellrays: La chica es guerrera

Por qué negarlo. El mundo del rock es machista por tradición y códigos. Existe una descompensación de género brutal entre iconos de ambos sexos. Por eso, asombra la figura de Lisa Kekaula, una vocalista de color y arrobas que concentra todas las virtudes del manual del buen ‘front-man’. En las dos últimas décadas ha consolidado una marca que, a pesar de las variaciones en la formación, encarna el empuje y el arrojo del rock de Detroit, la afectación del soul, la inmediatez del riff y la profundidad de aristas del linaje afroamericano.

Sin pelo en pecho ni ‘baby’ a quien apelar, al concierto de Bellrays sólo le faltó una banda de metales para rozar lo sublime. Los californianos se encontraron una sala El Tren llena, agitada por la victoria ‘in extremis’ de España ante Grecia –que pudieron seguir en una pantalla gigante– y ya sudados tras la actuación de los teloneros –también de protagonismo femenino–, The Ettes. Presentaron su último trabajo, ‘Hard, sweet and sticky’, o sea, duro, dulce y pegajoso, que es como definen su sonido. La mezcla que algún rocker equiparó a lo que saldría si alguna vez Tina Turner se aliara con Motörhead.

Sirvieron trallazos de su flamante cancionero, como ‘The same way’ o ‘Psychotic hate man’, apisonadoras de rock n’ roll que con las grietas de la garganta de Kekaula ganan en intensidad y hasta en credibilidad. Incluso la vertiente soulera de temas como ‘The fire next time’, con esa evocadora sofisticación, se vio teñida por la torrencial descarga de voltaje. Nadie echó en falta la garrafa de testosterona. Sobraron ovarios.

Eduardo Tébar