jueves, mayo 25, 2006

Karhe triunfaron presentando su nuevo disco "Tuyo" (Zaragoza 19/05/2006)

Magistral, profesional, arrebatador, apasionante, sorprendente, emocionante, obra de arte y muchos adjetivos más se pudieron escuchar en los pasillos a la salida cuando la gente comentaba lo que acabábamos de compartir en perfecta comunión de público y banda como un acto de amor conjunto en el Centro Cívico Delicias de Zaragoza. Con gente venida desde Málaga, Madrid, Valencia, Galicia, Barcelona, Albacete, Soria, Huesca y pueblos cercanos a Zaragoza, y cómo no, con los fans fieles de su tierra, Karhe presentaron en apoteósico directo su nuevo disco titulado "Tuyo".

De principio a fin fueron desgranando lo que es un gran éxito (antes de ponerse a la venta en Fnac se habían vendido en 10 días más de 500 copias a través del club de fans y en bares de la ciudad). Comenzaron con "Desanda el fin", "Fiebre" y "Eterna y fiel", una balada que adquiere nivel de himno para este grupo aplaudida a rabiar por su interpretación romántica y delicada. Siguieron "Por última vez" y "Vendando el corazón", el cual mucha gente se sabe ya por haberlo descargado en www.karhe.net y por su ritmo y letra pegadiza. "Incandescente" y "Vivir sin más" aportaron ritmo para dejar un temazo que todo el mundo adora a continuación: "Perla en mis manos". En esta bellísima balada, Carlos Valledor junto a José Luis al teclado, hacen una maravilla de canción suave, sensible, emotiva letra con tintes góticos que enamora a todo aquel que la escucha por primera vez por el perfecto binomio que forman la voz preciosa de su carismático vocalista y la melodía de fondo.

En el siguiente bloque, Alberto a la guitarra, Javi a la batería y José Luis, nos deleitaron con una intro larga a modo de improvisación elaborada para enlazar con el temazo titulado "Tuyo" que da nombre al disco, de corte metalero, siguiendo sin dejar pausa a la emoción con lo que es la pieza más aclamada hasta el delirio por su intensidad vocal y genial adaptación al castellano: "Wild is the wind" de David Bowie. En esta canción el grupo demostró una vez más la razón por la que son considerados como la banda cuyos directos crean adicción por su sonido, entrega y honestidad, aunando profesionalidad y calidad artística.

Si esto parecía algo extraordinario, la sorpresa de la noche vino a continuación proyectando de fondo el vídeo de "Voluntaria crucifixión" tocando en directo y cantando en perfecta sincronía por partida doble, clavando en metraje la canción entera. Ganador como "Mejor Videoclip del año en los VII Premios Aragoneses de la Música" es el primer single de este gran segundo disco de Karhe.

Después de esta original y arriesgada propuesta se escuchó un poema recitado de fondo por Javi, el batería del grupo, y abordaron los temas más directamente rockeros como son "Los restos del ayer", "P vs R" y "Evidencia o realidad", mostrando que bordan sus dos facetas, la del Rock y la de las baladas metaleras.

Cuando todo el mundo pensaba que aquello se acababa bajaron del escenario y en acústico al fondo de la sala sentados en dos sillas, Alberto a la guitarra y Carlos a la voz, tocaron por sorpresa "Lost in you" y "Bitter thorns", pertenecientes al primer disco en inglés. Supuso una original manera de hacer a todo el público volver hacia atrás para, sentados en el suelo, poder disfrutar de algo tan íntimo cantando suavecito.

Ante la gran ovación que recibieron no pudieron abandonar el escenario y de nuevo se subieron, y en Karaoke colectivo cantaron "Your pain" y "My hardest drug", para agotados y con una emoción patente en el rostro decir adiós a la audiencia que llenaba la sala con aplausos y gritos de ¡Karhe, Karhe!, seguros de haber presenciado el concierto del año en Zaragoza.

Susana Almarcha Mingote (SusanQ)

lunes, mayo 22, 2006

Concierto de Corcobado (Granada 21/05/2006)

¡Chatarrero, cántame un bolero!

Nos contaba Corcobado que prefería promocionar su primera novela, ‘El amor no está en el tiempo’, tocando sus canciones en directo. Es un lujo que sólo un escritor roquero (o viceversa) puede permitirse. Éste, además, jalona desde hace dos décadas el lado más poético, oscuro, excesivo y ‘ruidista’ de la música española.

Esta vez no llenó la sala Planta Baja, como hizo hace tres años cuando ‘Fotografiando al corazón’ era el motivo de su visita. Aunque entre los presentes se respiraba la complacencia del que sabe que Corcobado se prodiga poco por las tablas, y eso hay que disfrutarlo. Más si la puesta en escena incluía la vieja guitarra tormenta con la que grabó sus discos más celebrados; los que publicó a través del sello Triquinoise en los albores de los noventa. Con todo, el protagonista sufrió el duelo constante contra los problemas técnicos.

Un concierto no sujeto a la exposición de nuevas composiciones permite ejercitar la restrospectiva libertaria. Así, comprobamos que el pasado del cantante con la banda de acompañamiento Los Chatarreros de Sangre y Cielo sigue pesando. Tanto que el grueso de la selección salió de ‘Arco iris de lágrimas’, trabajo que publicó en 1995. Y para aderezar la velada de estruendos y emociones, Javier Corcobado desplegó su colección de versiones con una serie que fue de la Velvet Underground al compás ternario. Del álbum del plátano en la portada recuperó ‘Venus in furs’ y ‘Femme fatale’. También se atrevió con un acercamiento camaleónico a ‘I wanna be your dog’, de los Stooges. Con los boleros, género al que dedicó dos volúmenes hace años, alcanzó los instantes de mayor comunión con los fieles. De vez en cuando buscaba dádivas en los ojos contemplativos.

Lo más jugoso fue el descubrimiento de una nueva pieza, ‘Susurro’, que formará parte su próximo lanzamiento (previsto para el otoño) y en la que ahonda en la desnudez, sencillez y retrato de la realidad que vienen caracterizándole. El incierto rumbo de la humanidad es el tema del Corcobado que rebasa la cuarentena. El escritor que es como una navaja oxidada entre algodones.

Eduardo Tébar

viernes, mayo 05, 2006

Pop Deluxe (Granada 04/05/2006)

El de Xoel López es un caso peliagudo que ejemplifica lo terribles que pueden resultar las etiquetas: comercial para los alternativos y un ‘indie’ ascendido a primera para el público mayoritario. Sin embargo, el gallego con la risa más fácil del pop español camina firme entre dos tierras y sabe hacerse querer con canciones de alta escuela.

La anulación a última hora de su concierto en Granada el pasado mes de febrero fue un chasco que esta vez, en primavera, quedó redimido con una presentación tan festiva como sencilla. Los supervivientes del macropuente llenaron la sala Sugarpop para ver a Deluxe en las distancias cortas, en un tándem de guitarra acústica y piano que, además de ajustarse bien a la ortodoxia del último disco, ‘Los jóvenes mueren antes de tiempo’ (2005), se presta juguetón desvistiendo la electrónica de antaño o sorprendiendo con alguna versión reconocible.

Deluxe ha entrado en ese club privilegiado de artistas honestos a los que las ventas y las radiofórmulas les sonríen. Una piña que también forman sus amigos Iván Ferreiro, Quique González, Amaral o Pereza. Pero el barbado con gafas y voz melosa se formó escuchando a los Who. Y al vademécum de rythm and blues y estribillos melódicos y pegadizos hay que sumar la solidez de abrazar la autoría en castellano.

Sentado, con atril, y rebajando a ‘low-fi’ el repertorio, Xoel ofreció una actuación de las que gustan a mayores y pequeños. Tomó refuerzo con la revisión de ‘There is a light that never goes out’ de los Smiths, a la que siguieron otras coplas de Creedence Clearwater Revival, Leonard Cohen y Antony and The Johnsons. Al final salió por la puerta grande cerrando con la proteica ‘Que no’, un clásico contemporáneo.

Eduardo Tébar